Museo Del Prado



Nos reunimos en la entrada al museo, en la cara mirando al Ritz. Llegue y encontré pocas personas, pero a medida que pasaba el tiempo el grupo se volvió más grande. Cuando ya había un grupo grande, Carlos nos llamo a todos y nos introdujo a Pedro Leguina nuevamente, el sería nuestro guía para todo el recorrido del Museo Del Prado.

Pedro empieza a explicar y relacionar la creación de este museo con la evolución de Madrid. El Museo hizo parte alguna vez del proyecto de Carlos III del Paseo del Prado, un espacio verde y cultural en donde el pueblo madrileño podía pasar sus ratos de ocio, y donde el museo funcionaba como museo de historia natural. Proyecto a cargo de Juan de Villanueva, quien también desarrollo el Jardín Botánico. Aunque el proyecto tardo varios años, supuso una de las cimas del Neoclasicismo Español.

Después de contextualizarnos un poco, pasamos a ver una obra arquitectónica reciente de ampliación al museo, obra a cargo de Moneo, gran arquitecto español.  Moneo desarrolla una serie de anexos al museo sin dejar de lado su relación con este, en el uso de materiales, formas, alturas y proporciones, Moneo realiza un proyecto exitoso que se conecta de manera asombrosa con el anterior claustro, tanto exteriormente como interiormente y cabe rescatar la apertura de la Puerta de Velázquez que Moneó realizo para que por allí se accediera a su ampliación. 

Vimos como se apropió de una antigua construcción eclesiástica y como la correspondencia material de las edificaciones crea un ritmo estético y visual que has aún más interesante el trabajo de Moneo.

Después de esto entramos por La Puerta de Los Jeronimos, allí tuvimos que dejar la maleta e ingresar; llegamos primero a ver internamente la ampliación de Moneo y como se conecta con el Claustro antiguo, después de esto pasamos a ver una de las obras más importantes de la historia del arte, Las Meninas de Diego Velázquez.  El cuadro es impresionante, la magnificencia y magnitud de este no dejan de sorprender nunca, la forma humana y la luz trabajada dentro del cuadro sorprende a la vez comparando con la época de Velázquez, allí se nos entrega la 2da parte del ejercicio, leer el cuadro a partir de Foucault y reinterpretarlo, cosa la cual no se en que momento haré. Fue gratificante ver la obra, es una de mis favoritas. Cuando fue suficiente abandone la sala y pase por otras, vi un poco del Velázquez joven, El Greco, Tiziano y por fin vi uno de las mejores obras para mi  El Jardín de las Delicias  de El Bosco.

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